Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
Los trastornos de salud mental en pacientes con VIH positivo alcanzan el 50% de prevalencia. Según un estudio encargado por la Generalitat de Cataluña, la depresión es superior en pacientes con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana, aunque la investigación científica también destaca otras patologías como la ansiedad, el suicidio, el síndrome maníaco o los trastornos de sueño.
La reducción de algunos servicios en Sanidad impide que muchos pacientes tengan acceso a tratamientos de salud mental. Terapias milenarias como la acupuntura ayudan a los seropositivos a convivir con la enfermedad. De ahí que un grupo de psicoterapeutas valencianos se haya puesto manos a la obra para complementar estos tratamientos. Biel Giner lleva dos lustros investigando estos tratamientos y ha colaborado con la Federación Española de Asociaciones de Terapias Alternativas.
Giner, que se ha rodeado de científicos para completar su formación, impulsa un proyecto solidario que busca construir puentes con las administraciones públicas y ofrecer estos tratamientos, tanto en grupo como de forma individualizada, a determinados colectivos como presos, maltratadas o seropositivos. Quieren mantener reuniones con la Conselleria de Sanidad para ofrecer sus terapias en centros públicos porque cada vez son más los estudios que sugieren beneficios tras el empleo de estas técnicas en determinadas patologías.
Este grupo de naturistas asegura que el VIH es una de las enfermedades donde pueden actuar. Según su portavoz, la psicoterapia es un complemento excelente a la medicación porque "les ayuda a tomar conciencia y comprender que hay una vida después del contagio". "Les ayudamos a que entienden que pueden llevar una vida completamente normal y sin miedo". Los expertos sostienen que el hecho de que el VIH se contagie por la vía sexual provoca un incremento importante de angustia y culpa a la gente que lo padece. Mejorando su estructura emocional, explica Biel Giner, el paciente digiere mejor el impacto que supone el contagio.
La acupuntura es otra herramienta útil para complementar los tratamientos tradicionales en pacientes con VIH. Los acupuntores se encargan de equilibrar la energía del paciente y los resultados son muy positivos. "La acupuntura no cura el VIH", remarca Biel Giner para no confundir. Pero sí existen estudios científicos que confirman que la acupuntura puede reducir los efectos secundarios de los medicamentos antirretrovirales, como náuseas o dolores de cabeza.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud ya avaló el uso de la medicina tradicional china para atajar los efectos derivados de la medicación. Incluso se recomienda en algunos trastornos pulmonares. La acupuntura es ya una terapia reconocida para el tratamiento del dolor y su empleo se extiende a la mayoría de patologías.
Las defensas del cuerpo humano suben y bajan constantemente, y con las agujas se estimulan aquellos puntos que ayudan al organismo a combatir el virus y reforzar el sistema inmunológico, la defensa natural de nuestro cuerpo contra las infecciones. La ansiedad, depresión, tabaquismo o cefaleas son otras patologías donde el uso de la acupuntura se aconseja.
El taichí es otra técnica milenaria que mejora el estado de ánimo de los pacientes pues reduce la ansiedad y el estrés. De hecho, en uno de los trabajos realizados por la Universidad Politécnica de Madrid en pacientes con VIH se observó que el taichí, al ser un ejercicio suave y lento, mejoraba el estado anímico y el nivel psicosomático, lo que influía en el sistema inmunológico de forma positiva.
Fuente: http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2014/02/22/53078f1a22601dd03d8b458a.html