Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
El famoso veneno combinado con un tratamiento estándar puede ayudar a hacer frente a la enfermedad, según un estudio realizado en Estados Unidos.
El arsénico, un famoso veneno, alarga la vida de los enfermos de una forma rara de leucemia, combinado con un tratamiento estándar, según un estudio clínico cuyos resultados se hicieron públicos el sábado en Chicago.
«Este estudio redefinió la forma de tratar a los pacientes», ha indicado Bayard Powell, autor principal de esta investigación, presentada en el marco de la 43 conferencia de la Sociedad Americana de Oncología (ASCO, por sus siglas en inglés), que este fin de semana reúne en Chicago a más de 25.000 expertos.
«Las diferencias en los índices de supervivencia y de recaída son lo suficientemente importantes como para justificar la inclusión de arsénico en el tratamiento estándar de primera línea» contra la leucemia promielocítica crónica, dijo Powell, profesor de hematología en el centro médico Wake Forest en Carolina del Norte (este).
El estudio clínico, de fase 3, llevado a cabo en 518 adultos que padecen dicha leucemia y tomados al azar, mostró que en 261 pacientes que habían recibido un doble tratamiento de arsénico combinado con los medicamentos habituales, el índice de supervivencia era de 86% después de tres años, contra un 77% para los otros pacientes, que siguieron el tratamiento estándar.
El medicamento a base de arsénico (anhídrido arsénico) es producido por el laboratorio Celgene Corp y se comercializa bajo la marca Trisenox.
La leucemia promielocítica representa el 10% de los casos de leucemia mieloide crónica. Esta leucemia se diagnostica la mayoría de las veces en adultos jóvenes y de edad media.
El tratamiento estándar consiste en quimioterapia y un tipo de vitamina A que permite obtener largas remisiones en cerca del 80% de los enfermos.
Según Powell, el tratamiento con arsénico sería todavía más eficaz si se realizase justo después de la quimioterapia.
El arsénico se utiliza en la medicina tradicional china desde hace más de 2.000 años, y este uso es el que ha llevado a su desarrollo como tratamiento contra la leucemia, explicó Powel.
Fuente: www.lavozdegalicia.es (España, 03/06/07)