Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
El TCM-Kongress de Rothenburg cumple 45 años – cómo ofrecer formación a alto nivel con mucho corazón.
Cinco días de formación a alto nivel esperaron nuevamente a los alrededor de 1250 asistentes en la ciudad medieval de Rothemburgo.
Una fecha redonda como el 45 aniversario justifica dirigir la mirada hacia atrás, hacia una época en la cual los pioneros de la medicina china en Alemania, Heilpraktiker y médicos organizados en la Asociación de Acupuntura Clásica y Medicina Tradicional China (AGTCM, Alemania) decidieron de organizar un encuentro anual para fomentar el intercambio entre terapeutas y expertos, dentro y fuera de Alemania, para contribuir a la divulgación de la teoría y práctica de la medicina china, lo que hasta la fecha se conoce como TCM-Kongress Rothenburg.
En las últimas ediciones se ha conseguido mantener las cifras de participación altas. El hecho que los seminarios y cursos se realizan durante 5 días y en diferentes lugares de la pequeña ciudad medieval hace que uno nunca tiene la sensación de masificación, ni en la sala de expositores ni en los seminarios o coloquios. El Qi fluye, los numerosos voluntarios se muestran amables, siempre dispuestos a prestar ayuda.
El congreso es el más grande en Europa y, presuntamente el más grande mundialmente, si se tiene en cuenta su formato tan particular que consiste en seminarios y cursos teórico-prácticos paralelos – este años había 139 cursos y eventos - impartidos tanto por conocidos docentes de renombre internacional, como también de ponentes no tan conocidos, pero que destacan por su orientación o el tema que presentan. Todo ello, en un entorno natural romántico y en una atmósfera al estilo de las “universidades de verano”. El evento puede presumir de tener seguidores de alrededor del mundo – según el manager del congreso, Christian Yehoash, este año se han registrado asistentes de 40 países, con creciente participación de los países del este, en particular de Polonia, también vinieron profesionales de la Ucrania y Eslovenia y, por primera vez, de Nigeria. Que se conozca el congreso en cualquier rincón del mundo, de esto se encarga el presidente del congreso, Gerd Ohmstede, que mejor que nadie entiende del arte del networking.
El congreso estaba dedicado a las enfermedades derivadas de la vida moderna, las enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, alergias y cáncer a los cuales los ponentes hicieron su contribución mediante diagnóstico y terapéutica, desde la medicina china. Arnaud Versluys por ejemplo encontró posibles respuestas en las fórmulas del Shang Han Lun, Hamid Montakab lo planteó desde los meridianos extraordinarios y Kiko Matsumoto desde la acupuntura de los meridianos.
Cabe destacar otro elemento esencial del congreso en forma de foros monográficos dedicados a temas como la dietética, cáncer, fertilidad, investigación científica y la aplicación de plantas occidentales en base de la teoría de la medicina china y la tuina. Estos foros están pensados para fomentar el intercambio entre los profesionales que trabajan dentro de estos ámbitos dándolos oportunidad de seguir formándose.
Aparte de un tema central hay espacio para seminarios alrededor de “temas clásicos” que dio oportunidad a dos docentes de España, Manuel Rodríguez y Miguel Angel Cabrer, de realizar unos talleres para trabajar desde la acupuntura y el Taiji/Qi Gong con los participantes “la punción con intención” fundamentada en el Nanjing. A Manuel Rodríguez le sirvió su amplia experiencia como terapeuta, profesor y practicante de artes marciales para enfocar la necesaria preparación mental para una punción con máximo beneficio para el paciente concienciando a los asistentes de la interacción entre terapeuta y paciente. La parte práctica incluyó la detección de los cambios sutiles que se reflejaron inmediatamente en el pulso. Los participantes comprobaron sorprendidos cómo se produjeron dichos cambios por el simple hecho de apoyar la mano en un hombro del paciente o de insertar una aguja, siempre y cuando se realizaban los gestos con plena conciencia.
No sólo del estudio se nutre el Shen, la alegría no debe faltar, así que había cena y baile el viernes noche y un concierto de clausura amenizado por algunos ponentes que revelaron con su voz e instrumentos su sorprendente vena artística y musical – el Rothenburg blues ya se ha hecho famoso. Mucha formación con mucho corazón - ¡Hasta el próximo año, Rothenburg!
Demostración de Tui-Na y artes marciales