Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
En dicho artículo (leer el artículo) publicado, paradójicamente, no por un profesional de la salud, sino por un bioquímico y “divulgador” que no sabe lo que es enfrentarse, en el día a día, con el dolor y sufrimiento de multitud de enfermos desesperados que no han encontrado alivio ni remedio a sus dolencias con la ciencia médica ortodoxa, ilustrada y altamente científica.
No se da cuenta que los seres vivos tienen capacidad de auto-repararse en el momento que se elimine el factor de desequilibrio que impide la auto-reparación.
Ese factor, en su génesis, es un desequilibrio energético producido por disturbios emocionales, medio-ambientales y/o dietéticos, independiente del posible factor de predisposición congénito.
No hay química sin energía, eso lo saben hasta los estudiantes de secundaria. Para que se produzca un enlace químico generador de una molécula, se precisa un aporte energético específico (ley del todo y el nada). "A buena química buena energía, a mala química mala energía". ¿Conoce usted alguna energía más curativa que el amor?
El amor no se manifiesta cuando está neutralizado por la soberbia y la intolerancia, solo con la humildad y la tolerancia. El que más sabe solo sabe que no sabe casi nada.
A veces, vale más un palmadita en la espalda o una palabra de cariño del médico o terapeuta que el más potente de los fármacos. No generemos el caldo de cultivo que le interesa a los grandes grupos de la industria farmacológica más interesados, en términos generales, en los índices de la bolsa que en los índices de la salud.
La Acupuntura es la Gran Medicina de la humanidad pues considera al ser humano como un ente viviente dentro de un entorno cosmo-telúrico y sometido al influjo de las energías emanantes de ese medio.
La energía es el principio integrador y regulador de toda circunstancia físico-química. NO EXISTE QUÍMICA SIN ENERGÍA, por cuanto el enlace químico precia, para poder producirse, un aporte energético que le permita al electrón el salto de orbital.
Actuando sobre la energía se realiza un efecto en cascada, incidiendo sobre las actividades bioquímicas, funcionales y orgánicas según vemos en la pirámide biológica adjunta
La acupuntura es la medicina más antigua que se conoce. En el siglo II A. de C. se recopilaron los conocimientos, de transmisión oral entre maestros y discípulos, sobre esta materia, que datan entre los 3000 y 4000 años A. de C., en la denominada era de los “Emperadores Míticos”.
A lo largo de la historia se han escrito y recopilado cientos de libros sobre el tema en los países de origen de esta medicina, fundamentalmente China y miles en occidente desde los años cincuenta del siglo pasado hasta la actualidad. La bibliografía es tan extensa que citarla sobrepasaría el objeto de este comunicado. No obstante, y para el conocimiento general de todos los expertos les aconsejamos el manejo de la bibliografía de los clásicos más importantes de la medicina tradicional china:
El gobierno de la R.P.CH., mantiene un departamento de traducción a lenguas extranjeras, dependiente del Ministerio de Educación y Salud, donde tanto los clásicos como los nuevos textos y trabajos sobre investigación clínica y casuística se traducen y publican en prácticamente todos los idiomas del mundo.
La idiosincrasia oriental no cuestiona los principios filosóficos de su medicina, saben que funciona y la aplican, considerando el método científico como una etapa evolutiva del conocimiento y no una premisa absoluta para su aplicación. Exactamente lo mismo que ha ocurrido con todas las etnomedicinas, a lo largo de los siglos.
La visión occidental es exactamente la contraria, motivando que sistemáticamente sean rechazados todos los métodos propuestos, aunque su evidencia sea tan patente como que la acupuntura y sus técnicas afines, conformen el método terapéutico de primera intención o el tratamiento complementario para más de la mitad de la humanidad.
Modificar el espíritu mecanicista que impregna nuestro conocimiento académico y sanitario y entrar en una nueva concepción integradora, sólo es posible a través de la BIOENERGÉTICA, disciplina que estudia las interacciones de la energía con la estructura viva.
La ciencia moderna desde el desarrollo de las ciencias biofísicas, sobre todo partir de la física cuántica, entiende que toda reacción química necesita un aporte energético para poder realizarse. De esta forma y sabiendo que materia y energía son una misma cosa, en diferente estado de manifestación, se concluye que actuando sobre los campos energéticos humanos se pueden inducir respuestas bioquímicas. Conociendo estos mecanismos podemos corregir alteraciones biológicas y por tanto actuar terapéuticamente. LA ACUPUNTURA ES UNA DISCIPLINA MÉDICA QUE EXPLICA, BIOLÓGICAMENTE, LAS INTERACIONES ENERGO-QUÍMIAS.
Eso es lo que pretende del acupuntor mediante las herramientas adecuadas: agujas, moxa, ventosas, aparatos detectores de campos electromagnéticos (meridianos y puntos de Acupuntura), electroestimuladores para la analgesia y la anestesia (anestesia quirúrgica), bio-medidores capaces de determinar el nivel de resistividad o de conductividad bioeléctrica (exactamente igual que la medicina occidental utiliza diversos métodos de diagnóstico bioeléctrico)… etc.
No se pueden negar los efectos que sobre el organismo realizan las diversas manifestaciones energéticas como la de los rayos solares (infrarrojos, ultravioletas, ionizantes, etc.), los sonidos (musicoterapia), los colores (cromoterapia), los olores (aromaterapia), los agentes climáticos (crioterapia, termoterapia, etc.), las emociones (la tristeza, el deseo desmedido, el miedo, la ira… o bien la alegría, la templanza, el amor.).
Somos entes eminentemente energéticos y respondemos biológicamente a los influjos energéticos del medio en el cual vivimos. Conocer estos mecanismos de interacción y entender el adagio chino de que a “buena energía, buena química” es lo que pretende el acupuntor en su práctica clínica. Sin duda las emociones, como manifestaciones energéticas, producen reacciones capaces de modificar el estado bioquímico del ser humano. A un enamorado no se le inyecta testosterona en los momentos de la relación, ni adrenalina o serotonina en los momentos de la conquista...
Todas estas premisas permiten argumentar los siguientes,
En Cataluña, siendo Consejera de Sanidad la Sra. Marina Geli, después de años de denodado esfuerzo y trabajo por parte de diversas comisiones de expertos. El Gobierno de la Generalitat, consensuaron un Proyecto de Ley que posteriormente fue impugnado y rechazado a nivel estatal.
Entre los miembros de las comisiones de expertos que fuimos invitados por el Consejería de Sanidad de la Generalitat figuraban profesionales tanto sanitarios como parasanitarios con largas trayectorias profesionales y experiencia en este campo, así como profesores, centros de enseñanza, etc. Entre todos pudimos dar una visión mucho más amplia de la verdadera problemática política y social generada por la creciente demanda de estos recursos y la falta de profesionales, adecuadamente formados, que pudieran ejercerlas con garantías y competencias adecuadas.
Indica en su artículo el Sr. Mulet que: “La acupuntura no se instaló definitivamente en Occidente hasta los años setenta, a raíz de la visita oficial del entonces presidente de EE UU, Richard Nixon, a la China de Mao, en la que presenciaron una demostración a la que prestó gran cobertura la prensa estadounidense.“
Lo que no cuenta es que cuando Nixon le preguntó a Mao por la evidencia científica de los tratamientos de acupuntura, éste le contestó que “se puede engañar a un chino una vez, pero difícilmente se puede engañar a más de 1.000 millones de chinos durante miles de años…”
El Sr. Mulet no ha realizado, antes de publicar su artículo, la necesaria labor de documentarse del estado de la cuestión, respecto de lo que escribe. De haberlo hecho, se hubiera percatado de que:
Estimados divulgadores: no cometan el mismo error de siglos pasados “y sin embargo se mueve“, no prendamos más hogueras y plantemos frente al poder de los grandes emporios económicos que sistemáticamente compran o confunden voluntades. Bastante hemos tenido a lo largo de la historia del ser humano con las quemas de las bibliotecas de Pekín, Alejandría, la Inquisición, etc.
Dr. A Carlos Nogueira Pérez.
Médico y profesor de Acupuntura
Dr. Ramón Mª Calduch
Antropólogo Esp. en Medicina
Abogado, Dr. En derecho