Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
Efectivamente, el pasado 24 de julio, la FEMTCI firmó una declaración, conjuntamente con muchas otras instituciones, que se presentó ante la Secretaría de la OMS, en la que se denunciaban, con profunda preocupación, los recientes ruidos para politizar el rastreo del origen de los virus en la cooperación internacional contra la pandemia.
En dicha declaración se indicaba que “frente a la grave amenaza que representa el COVID-19 para la vida, la seguridad y la salud de toda la humanidad, lo que más necesita la comunidad internacional es derrotar al virus con mayor solidaridad y cooperación. Permitir que la politización del problema del rastreo siga su propio curso envenenará seriamente el ambiente de cooperación en el rastreo del origen global y socavará los logros de la lucha internacional conjunta contra COVID-19, que no sirve a los intereses de ninguna de las partes. Nos oponemos firmemente a cualquier intento de politización, etiquetado geográfico y estigmatización, así como a la obstrucción por cualquier factor político y manipulación política al proceso de investigación y la cooperación internacional anti-epidémica.”.
También se indicaba que “Opinamos que mientras avanzamos en el estudio del rastreo del origen, debemos seguir redoblando nuestros esfuerzos de prevención y control de epidemias”.
En palabras del Dr. Calduch, Vicepresidente de la FEMTCI, la epidemia de COVID-19 no fue la primera vez en la historia reciente de China, en la que individuos, instituciones y políticas gubernamentales se alinearon intencionalmente para utilizar la Medicina China como un componente significativo de un esfuerzo de salud pública para combatir una enfermedad infecciosa. La acupuntura y la fitoterapia china se utilizaron para tratar a pacientes en diferentes epidemias, incluyendo el cólera, la viruela, la meningitis, la encefalitis japonesa, la gripe A, el SARS y la gripe aviar (H1N1).
Sin embargo, en comparación con las epidemias que acabamos de citar, las comunidades e instituciones de Medicina China estaban ahora mejor preparadas para responder, en términos de proporcionar una medicina clínica efectiva y de documentar estas experiencias para crear una base de evidencia científica al respecto.
En China, dadas las similitudes en sus posiciones profesionales e intelectuales dentro de las instituciones de "medicina integrada chino-occidental" patrocinadas por el Estado, la inmensa mayoría de médicos especialistas, que han trabajado en esta pandemia, han declarado estar convencidos de que la Medicina China fue una parte importante y eficaz de la respuesta clínica y epidemiológica a la nueva epidemia de coronavirus en Wuhan.
Sin embargo, se lamenta el Dr. Calduch, las actuales tensiones sociales, políticas y económicas entre China y muchos otros países no auguran la expansión de la Medicina China a nuevos territorios geográficos o médicos, en beneficio de la ciudadanía.
La evaluación objetiva del papel de la Medicina China, en la prevención y el tratamiento de la COVID-19, por parte de historiadores, antropólogos y profesionales de la medicina, puede contribuir a tender puentes entre narrativas opuestas que afectan a toda la comunidad mundial.
Seguimos esperando que uno de los resultados positivos de esta pandemia mundial sea una mayor concienciación sobre el impacto de la cultura y la sociedad en los resultados de la enfermedad, y sobre la urgente necesidad de cooperar incluso cuando hay desacuerdo sobre las mejores prácticas médicas.
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