Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
15 de marzo de 2016
Desde la Fundación Europea de MTC (FEMTC) siempre hemos apostado por la regulación de la Medicina China, no sólo en España sino en los diferentes países del mundo. Prueba de ello, la intervención de expertos de la FEMTC en la elaboración del famoso “decreto de regulación catalán de las terapias naturales”, y los innumerables artículos sobre el tema del Vicepresidente de nuestra Fundación y responsable de dicha área, el Dr. Ramón Mª Calduch. También multitud de ponencias suyas sobre la materia, en los mas importantes Congresos Internacionales de Medicina China, cada año.
Callada pero incansablemente, hemos colaborado allí donde ha habido movimientos regulatorios. Así, hemos colaborado, y mantenemos excelentes relaciones con sus artífices, en la regulación de Chile (primer Gobierno Bachelet), en la regulación en Australia (primero en el Estado de Victoria y después en la regulación nacional), en la regulación en UK, en Portugal (de una manera muy directa), en los cambios regulatorios que se están produciendo en estos momentos en China, etc.
Conocemos muy bien los detalles y pormenores de lo que ha habido que superar en cada país donde se ha regulado y no vamos a entrar en detalles, pero sí quiero poner de relieve dos características comunes:
En cuanto al primer aspecto, como sucede en España, nos encontramos con un absurdo y falso debate, que utilizan muchas veces las organizaciones del sector para erigirse en “defensores a ultranza” de los colectivos a los que representan. Sin embargo, como no podría ser de otra manera, unos y otros coinciden en la necesidad de la pretendida regulación.
Nuestros políticos, que son quienes deben regular, se encuentran con que las organizaciones más fuertes son las de los médicos (y otros colectivos sanitarios) pero que, en el sector que nos ocupa el mayor número, con mucha diferencia, de profesionales que ejercen y las practican, son no sanitarios.
El resultado es que, a pesar de haber incluido diferentes partidos políticos la regulación de las Terapias Naturales, en sus programas electorales y después haber gobernado, en España la regulación aún no se ha producido.
El otro aspecto a comentar es el de los opositores a cualquier tipo de regulación, por intereses particulares. Aquí nos podemos encontrar desde los que piensan que si se regula deberán dejar de ejercer por no reunir los requisitos, hasta aquellas escuelas que son conscientes de que, cuando se regule, muy probablemente desaparecerán por no poder disponer de la estructura adecuada. También algunos médicos (que no la mayoría de ellos) a lo que ya les va bien la situación actual de alegalidad (que no ilegalidad) en la que se encuentran los no médicos.
Quiero aquí dejar claro que lo que se desprende de las regulaciones de países occidentales que conocemos (USA, Chile, UK, Australia y actualmente Portugal), es que cuando se ha regulado el sector, se han establecido los mecanismos legales y reglamentarios para acreditar a los que estaban ejerciendo en aquellos momentos, y que se ha acreditado a la inmensa mayoría de profesionales, excepto casos sangrantes y excepcionales, por la seguridad de los ciudadanos y la calidad de la prestación. Por tanto, el miedo a una posible regulación, por parte de los profesionales actualmente ejercientes, no está justificado, salvo en aquellos casos fraudulentos o de falta de preparación evidente, que desde mi punto de vista son una insignificante minoría.
Más complicado es el caso de las escuelas del sector, ya que efectivamente sus miedos están bien fundados. Una vez se regule, necesariamente como estudios superiores, de nivel universitario, tendrán que cumplir con las condiciones establecidas para el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), más conocidas como condiciones de Bolonia. Aquí, la falta de regulación hace más difícil distinguir el grano de la paja, pero lo que sí es cierto es que las Escuelas saben ya a día de hoy lo que tendrán que cumplir.
Hoy en día la captación de alumnos para las escuelas de MTC (y de otras disciplinas de las Terapias Naturales) se basa en el Marketing, en un programa al que se le asignan créditos por asignaturas, y en una titulación propia a la que muchas llaman engañosa e ilegalmente “Graduado”. Hasta que uno no está matriculado y lleva varios cursos no percibe qué escuela lleva un control de calidad, cuál tiene perfectamente establecidas las habilidades y competencias por asignaturas, cuál dispone de un sistema de formación continua del profesorado, cuál tiene establecidas las actas correspondientes, etc.
Ello es difícil de discernir incluso llevando varios años en una escuela. Además tampoco el alumno lo puede comparar con lo que hacen en otras escuelas. Al no existir normativa, no existen controles de inspección sobre las escuelas, por lo que las que lo llevan correctamente tienen unos costes de estructura y de personal muy superior a las que simplemente venden imagen de calidad pero no tienen establecida dicha estructura.
Nuestra experiencia, en los países donde se ha regulado, es que este tipo de escuelas decían apoyar la regulación para después poner todo tipo de trabas, a sabiendas de que sus beneficios se irían al traste con la regulación o que incluso desaparecerían, como así ha sido en muchos casos.
La Escuela Superior de MTC cumple con todos los requisitos del EEES (Bolonia) asumiendo los costes de todo el personal administrativo, pedagógico, de control interno, profesorado, etc. El ser la escuela con mayor número de alumnos (con mucha diferencia sobre las demás) de Acupuntura y Medicina China, nos ha permitido asumir dichos costes y reinvertirlos en mejorar la calidad de los estudios y de la Escuela. Con toda seguridad una regulación del sector nos beneficiará, junto a todos los profesionales bien formados.
En cuanto a la posición de la FEMTC respecto de cómo debe ser la regulación, defendemos un modelo muy parecido al de Portugal o Australia pero con el añadido de que también debe regularse la formación y cualificación profesional de los médicos.
Para nosotros lo principal es la seguridad, la calidad y la eficacia de los tratamientos de los profesionales que practiquen la Medicina China. También que esta disciplina científica pueda seguir avanzando, como toda ciencia.
Es por ello que proponemos unos estudios universitarios de 4 años con sus posteriores posgrados, masters y doctorados, a los que se pueda acceder con los mismos requisitos con que se accede a cualquier carrera universitaria.
Finalmente, indicar que en el presente año tenemos previsto organizar un Simposium en Madrid, en el que podamos debatir este tema de la regulación. En dicho evento, al que invitaremos a todo el sector, tendrá una especial relevancia la explicación, blanco sobre negro, de la regulaciones actualmente existentes, por sus propios protagonistas y expertos de los diferentes países. También desde el SATCM nos aportarán su punto de vista. Mi amigo y Vicepresidente de la FEMTC, que actualmente preside el Comité de Regulación de WFCMS lleva ya unos meses trabajando en ello.
Por el Sr. Pau Forcada (gerente de la FEMTC)