Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
El cólico del lactante es un cuadro que, más frecuente durante los tres primeros meses de vida del bebé, se caracteriza por episodios de llanto enérgico e inconsolable de unas tres horas diarias y durante al menos tres días a la semana –cuando no todos los días–. Un cuadro que padece hasta un 20% de los bebés y que, además de causar un notable dolor en el lactante, supone una gran fuente de estrés y desesperación para los padres. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) podrían haber encontrado una forma para aliviar los cólicos infantiles de los bebés –y la frustración de sus progenitores y allegados–. Y para ello, ‘solo’ haría falta recurrir a la acupuntura.
Como explica Kajsa Landgren, directora de esta investigación publicada en la revista «Acupuncture in Medicine», «el llanto es una manera de comunicación natural que utilizan los bebés, por lo que el objetivo del tratamiento debe ser reducir los niveles de llanto a unos niveles normales en lugar de silenciarlos. En este sentido, los padres deberían registrar cuánto lloran sus bebés y evaluar si es excesivo, y llegado el caso, tratar a eliminar la leche de vaca de su alimentación antes de buscar ayuda».
Agujas contra el llanto
Distintos estudios han constatado que la acupuntura se asocia con un alivio del dolor y una normalización de la función intestinal. Y a ello se aúna que, además, procura tranquilidad. Pero estos beneficios de la acupuntura, ¿también pueden servir para reducir el llanto excesivo de los bebés que están sufriendo un cólico?
Para responder a esta pregunta, los autores compararon dos tipos de acupuntura frente al cuidado convencional en 147 bebés de dos a ocho semanas de edad que, si bien sanos, padecían el cuadro característico del cólico del lactante. Así, los bebés, a los que se les había excluido la leche de vaca de su dieta durante al menos cinco días, fueron incluidos de forma totalmente aleatoria en tres grupos de tratamiento: acupuntura mínima estándar en un único punto –en la vértebra L4, localizada a nivel lumbar– durante cinco segundos sin estimulación; acupuntura en un máximo de cinco puntos durante un mínimo de 30 segundos con estimulación leve; y cuidado convencional –sin acupuntura.
Y llegados a este punto, ¿la inserción de las agujas no resultó peligrosa para los bebés? Pues no, dado que fue llevada a cabo por 10 profesionales clínicos de los que nueve eran expertos en acupuntura con más de 20 años de práctica. Además, todos fueron recibieron un curso de formación de un día para el uso de la acupuntura en el cólico del lactante.
Concluidas las dos semanas de estudio, los resultados mostraron una reducción de la duración de los llantos en los tres grupos de tratamiento. Una situación que, indican los autores, «no resulta inesperable dado que los cólicos tienden a desaparecer por sí mismos con el tiempo».
Sin embargo, el porcentaje de bebés que dejaron de cumplir los criterios para el cólico del lactante fue significativamente mayor en los grupos de tratamiento con acupuntura. De hecho, y alcanzada la segunda semana de estudio, 31 de los bebés del grupo sin acupuntura seguían padeciendo cólicos –frente a 21 en el grupo de la acupuntura de cinco puntos y a solo 16 en el de la acupuntura mínima.
Es más; tal y como muestran los registros elaborados por los padres sobre el llanto de sus bebés, las diferencias entre los dos tipos de acupuntura y el cuidado convencional se mantuvieron a lo largo de una semana adicional.
No ‘tan’ doloroso
Y la inserción de las agujas, si bien exenta de riesgo, ¿no causó ninguna molestia en los bebés? Pues por lo general, no. Y es que los lactantes parecieron tolerar la acupuntura bastante bien. De hecho, y del total de 388 tratamientos administrados, no hubo ningún llanto en hasta 200 ocasiones. Y a ello se suma que en otras 157 los bebés lloraron, pero durante menos de un minuto.
En definitiva, como concluye Kajsa Landgren, «para aquellos bebés que continúan llorando durante más de tres horas diarias, la acupuntura puede ser una opción de tratamiento efectiva».
Fuente: ABC