Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
Una tarde de junio en un avión procedente de un país muy lejano llegó a Barcelona un señor tailandés, junto con dos médicos chinos, cargado con una única maleta y algo desorientado. El señor, que también era médico, sólo hablaba tailandés, coreano, chino, inglés y nada de español. Se bajó del avión, recogió sus maletas en la sala de equipajes y se dispuso a salir del aeropuerto donde le habían dicho que le recogerían unos señores provenientes de una ciudad cercana a los que no conocía de nada y no entendía su idioma e iba a trabajar con ellos.
Pero había algo que este sonriente señor de pequeña estatura todavía no sabía y era que tenía por delante treinta años de estancia en España que le iban a consagrar como uno de los mejores expertos en medicina china de la Fundación Europea de MTC y de nuestro país: Hailiang Saebe había llegado a España.
Se le encomendó un proyecto único. Junto con otros médicos tendría que dirigir una clínica de acupuntura y medicina china que sirviera para tratar pacientes y tendría también que impartir clases para promover y divulgar el uso de la medicina china en nuestro país.
Hailiang era consciente de que la acupuntura era algo totalmente desconocido en nuestra sociedad, pero eso no le asustaba.
Gracias a su carisma, optimismo y buena disposición, típica de los tailandeses, y sobre todo gracias a su manera única de enseñar, le llevaron a impartir sus clases por más ciudades ayudando, sin darse cuenta y junto con otros profesores, el nacimiento de la Escuela Superior de MTC.
Con el paso del tiempo Hailiang se convirtió en una de las figuras más representativas de la docencia de la Fundación Europea de MTC y ya comenzaba a dejar tras de sí grandes profesionales de la Medicina China, todos alumnos de la Escuela Superior de MTC.
Fueron estos unos tiempos en los que sus clases se llenaban de canciones chinas, versos de acupuntura, olores a moxas, alumnos pronunciando los puntos de acupuntura en chino o recetas insólitas de fitoterapia. Hailiang había desplegado sin reparo alguno su “artillería pesada” y la ponía a disposición de unos futuros grandes profesionales de la medicina china de nuestro país.
Inagotable su energía y sus ganas de enseñar, e infinitas su paciencia y su sonrisa, Hailiang despues de sus clases solía escaparse al parque más cercano a las escuelas para hacer tai chi con sus alumnos. Y otra vez sin darse cuenta y con todo estos gestos estaba consiguiendo traer el enfoque chino de la medicina tradicional a nuestro país, haciendo que los futuros profesionales comprendieran la filosofía de la medicina china y ayudando también a que éstos pudieran hacer lo mismo con lo estaban aprendiendo: practicar y transmitir la MTC.
Con el tiempo la actividad de Hailiang fue evolucionando al perfeccionamiento de profesionales y las clases en la Escuela Superior de MTC las fue dejando en segundo plano. De hecho los seminarios de Practitioner’s Register se convirtieron en cita ineludible de los profesionales de la acupuntura y la medicina china en cada ciudad que visitaba. Cada cita, siempre al más puro estilo Hailliang, era en un derroche de conocimiento con grandes dosis de experiencia clínica y sobre todo mucha, mucha energía. Energía que gracias a la meditación y al Qi Gong diario, él mismo se canalizaba y dosificaba y le permitía viajar a otra ciudad e impartir sus seminarios con la misma vitalidad que cualquiera de los jóvenes a los que había dado clases y tanto se le acercaban.
Llegó 2010, Hailiang se jubila y decide volver a su ciudad natal Bangkok. Desde allí continúa trabajando en la docencia por varias escuelas de distintos países del sudeste asiático. De hecho pasear por Chinatown de Bangkok era toda una experiencia al ver cómo los propietarios de las farmacias chinas al verle salían de sus negocios para saludarle o simplemente para que les resolviera algunas dudas. Y dos veces al año se desplazaba a nuestro país para recorrer varias ciudades impartiendo elaborados cursos de acupuntura y fitoterapia china para profesionales,.
Y despues de una dura batalla contra una enfermedad Hailiang nos ha abandonado. El maestro no ha tenido tiempo de demostrarle a la enfermedad lo que era capaz de hacer y la llama se ha apagado. Pero Hailiang no se ha ido del todo. Nos ha dejado un legado de enseñanzas, y conocimientos que sólo el más importante de los maestros de la medicina china podría dejarnos. Y también nos ha dejado muy buenas palabras, muy buenos consejos acerca de la vida en general y sobre todo esa sincera sonrisa tailandesa con la que conseguía que todo el mundo se le acercara de forma natural.
Ahora nos queda recordar todos esos buenos momentos y saber que ha disfrutado de la vida y de su vida como solo él se merece.
Alfredo Lorite
***A propuesta del Dr. Carlos Llopis la Fundación Europea de MTC realizará un homenaje al Profesor Hailiang en el próximo Congreso a celebrar en Peñíscola a finales del próximo mes de Mayo, de cuyos detalles se informará oportunamente, y al que estamos todos invitados.