El Qigong como forma de preservar la salud y mantener la buena forma física y psicológica

El Qigong se revela eficaz. Diariamente, en los parques y jardines, millones de chinos se dirigen hacia ellos, para practicar su sistema de Qigong preferido.

Expresiones serenas y concentradas acompañan con gestos suaves los ritmos de la brisa que sopla de mañana, entre los árboles. Una experiencia nueva para la mayor parte de los chinos.

Después de la liberación del régimen, a partir de mediados de los años 70, las “grandes masas populares” se transforman en millones de descubridores individuales del tesoro de Qigong, hasta entonces guardado en secreto por algunas familias, algunos monjes y por los guardias del régimen.

“La práctica de Qigong regula y mejora la función de músculos, canales energéticos, órganos, vísceras, circulación sanguínea y sistema nervioso. Fortalece el cuerpo permitiendo un equilibrio de la mente y el espíritu”. Estas palabras son de Huang Xiokuan, joven oficial del ejército chino, a cuyas funciones se suma la de maestro de Qigong en el Hospital Gubernamental del Jing Hua.

“El Qigong permite ligar el hombre al cielo y a la tierra”. “En el Qigong existen movimientos tensos y suaves. Además, la moral es más importante que los gestos y los movimientos”. “El Qigong sirve para varios fines: mantener en forma, recuperar la salud, desarrolllar la inteligencia y prolongar la vida. Hay que ser persistente en su práctica. Los profesores apenas enseñan: el aprendizaje depende de cada uno”.

Con estas breves palabras, Huang Xiokuan inicia más de un curso de Qigong. Más adelante añade: “El Qi es material. La tecnología moderna comprobó que el Qi existe objetivamente”.

De facto, así lo demuestran innumerables investigaciones dirigidas por la Asociación de Ciencias y Tecnologías de China cuyo presidente Qian Xue Sun es un físico de prestigio internacional.

El Qi emitido por la mano de los practicantes de Qigong contiene mensajes de tipo electromagnético, infrasonoro, infrarrojo, inclusive laser, a las cuales se pueden identificar, conocer con detectores apropiados: El randomlaser, el scanner de plasma, detectores infrasónicos e infrarrojos, la resonancia magnética nuclear son medios utilizados en este tipo de investigación.

¿Qué se entiende por el Qi? “Qi quiere decir energía. Desempeña el papel más importante en la actividad biológica del ser humano, y no debe ser desperdiciado. Si alguien desperdicia el Qi, desperdicia su propia vida; el que sabe cómo controlarlo, será maestro de su propio destino”.

“Qi y sangre circulan conjuntamente: el Qi en los meridianos de acupuntura, la sangre en los vasos sanguíneos”.

La práctica de Qigong, o sea del “arte de manipular con éxito la energía”, tiene como objetivo prolongar la vida y desarrollar la inteligencia. Permite a quien la practica insistentemente, aplicarla a su propia vida.

El Qigong se dirige a todos y a todas las edades. No presenta ningún peligro si es practicado bajo el control de un maestro, con moderación y equilibrio. No requiere movimientos bruscos, ni estiramientos exagerados. Los ejercicios pueden ser practicados de pié, sentado, estirado o en movimiento, con secuencias de diferentes figuras inspiradas por la naturaleza. Es posible unirnos al universo y captarla energía cósmica, sea de magnetismo celeste sea de la fuerza telúrica de la Tierra.

Para su práctica es preciso entrenar la voluntad y la respiración, y desarrollar elevados principios de moral. En el deporte, permite aumentar el rendimiento físico del atleta de competición, visto que hace aumentar de forma natural la resistencia igual como contribuye a la rápida liberación de energía muscular.

En las artes marciales, proporciona capacidades de resistencia muscular y óseas prodigiosas que ofrecen resultados espectaculares, como el de partir ladrillos, resistir a golpes de armas blancas, soportar pesos considerables sobre el cuerpo.

En este aumento de resistencia y de moral, conjuntamente con la de la flexibilidad y de control durante el combate que hace el Qigong marcial, o Wushu, consiste la base del entreno de los soldados del Ejército Regular Chino.

En la medicina, su campo de acción es muy amplio. Es éste el dominio más innovador y revolucionario de esta disciplina. No será por casualidad que la mayoría de los practicantes hace el Qigong como forma de preservar la salud y mantener la buena forma física y psicológica.

Es en su efectividad en estos dominios por lo que tiene asegurada su rápida difusión en China y, ahora, en Occidente. En Europa, cada vez más adeptos aprenden a escuchar a su cuerpo, a sentir su energía y conocerse a sí mismos. ¿Y el lector? ¿Ya ha pensado experimentarlo?

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