Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
Mi opinión… ¡Acerté!
Cuando vi que mis dedos corazón, anular y meñique de mi mano derecha no me permitían escribir ni mi nombre (¿huelga de dígitos o dedos menores y superiores?), que estaban como acartonados y que no obedecían las órdenes que les enviaba desde mi cerebro (o celebro, Cervantes dixit) me enfadé con ellos, pero no me quedé ahí, quieto y enfurruñado. Empecé a pensar que eso de la artrosis podría tener en mi caso algún remedio. Me acordé de las películas de Fu-Man-Chú que veía de pequeño y pensé por deriva que los chinos (que son unos cuantos) llevaban miles de años (otros cuantos) sin haber sido atendidos en sus enfermedades y problemas de salud por nuestra eficaz “medicina occidental”.
Operación “rescate de mis tres acartonados…”
¿Dónde hay algún centro de medicina china en Madrid? Entre en Internet y dado que no tenía ninguna recomendación, ningún dato objetivo, para ir a un sitio u otro… Pensé que por lo menos que estuviera bien comunicado desde Cuatro Caminos. Metro O´Donell. Clínica Guang-an-men. Cuando entré a preguntar… una sonrisa (luego supe ya que era de la inefable RAKELÍN, tan importante en la imagen real de la clínica), pasé al despacho de la persona que me iba a explicar qué podían hacer por mis indómitos dedos. Me atendió la Doctora Luna. Me miró a los ojos. Su sonrisa era de grata acogida, de las que dan confianza. Me tomó el pulso de ambas muñecas y me invitó a que la enseñara la lengua. Y sin más, una vez que yo había explicado mi problema, me puso unas cuantas agujas (indolora acción, por cierto) en la mano. Al cabo de unos minutos me quitó las agujas y me dio cita para una próxima visita. Cuatro o cinco días después, volví a la Clínica. Mi mano estaba prácticamente recuperada. No como cuando tenía veinte años, pero podía escribir casi normalmente. Y siguió la recuperación. ¡Aleluya! Dra. Luna 1, dedos acartonados 0.
Desde entonces…
Desde entonces llevo unos tres meses en los que he tenido variadas experiencias. Resumo: Esguince en “el pie derecho”. Unas agujas “¡en la mano izquierda!. “Sal del despacho y camina unos cinco minutos y vuelve”, me dijo la doctora. Salí, caminé y cuando volví a entrar en el despacho el esguince ¡había desaparecido! Me pareció magia. Y me acordé de Fu-Man-Chú. ¡Lo que no habrán aprendido tantos millones de personas en seis mil años¡
Muchas veces a lo largo de mi vida había intentado dejar el tabaco y siempre había vuelto. Ahora el tabaco ha cogido miedo a la sabiduría de la Doctora Luna… y he dejado el tabaco. Desde Julio. Pacoriego 1, fumar 0.
Bueno voy a resumir mi experiencia: He tenido Retención de Líquidos (desapareció el problema), dificultades con el sueño, vientre hinchado (estamos en ello), falta de oxígeno al respirar (tengo EPOC, estamos en ello).
Acabo: Creo que la atención personalizada de la Doctora Luna, su trato cordial, humano, invita a explicar que nos duele o pasa. Y ella acude y escucha y atiende como si fuera el eficaz SAMUR. Muchas gracias doctora. Veo en usted lo mejor de la medicina tradicional china. Personas que se preocupan y se ocupan de personas.
Pena: las grandes dificultades (intereses) que preveo para lograr (acercar) un integración deseable de la medicina tradicional china y la medicina occidental.
¿Qué me queda? Agradecer a la Doctora Luna su atención y su humano trato.
Francisco Riego Gómez