Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
Las personas mayores con deterioro cognitivo leve experimentaron beneficios cognitivos significativos con la suplementación con vitaminas B. Un estudio actual ha demostrado que estos beneficios podrían ser alcanzado en personas que no toman aspirina, al menos durante el análisis combinado de dos ensayos aleatorios controlados con placebo.
Así mismo, los datos publicados en la revista científica Journal of Nutrition, Health & Aging indicaron que la suplementación con vitamina B12, ácido fólico, con o sin vitamina B6, condujo a reducciones significativas en la tasa de pérdida de células en el cerebro, también denominada atrofia cerebral. Especialmente en personas mayores con deterioro cognitivo leve (DCL).
Suplementos de vitamina B con o sin aspirina
El estudio se llevó a cabo de la mano de investigadores de la Universidad China de Hong Kong y la Universidad de Oxford (Reino Unido). Estos dividieron a los participantes según si estaban tomando aspirina, los datos revelaron que la suplementación con vitamina B condujo a puntajes significativamente mejores en la escala de Calificación de Demencia Clínica para los no usuarios de aspirina en comparación con los que tomaban este fármaco.
Por otra parte, el estudio utilizó datos del ensayo VITACOG en el Reino Unido y un ensayo similar en Hong Kong, al que los investigadores se refieren como el ensayo HK. Estos afirmaron que los resultados muestran una interacción significativa entre los nutrientes y los medicamentos (aspirina y vitaminas B) en las personas mayores con deterioro cognitivo leve.
“Las vitaminas B mejoraron el funcionamiento cognitivo global y retardaron significativamente la atrofia cerebral en aquellos que no tomaban aspirina”, subrayaron los investigadores. Estos resultados fueron menos favorables entre las personas que tomaban aspirina. “Lo más probable es que la interacción negativa se encuentre entre la aspirina y el ácido fólico”, matizaron.
La relación entre la función cognitiva y las vitaminas B
El funcionamiento del cerebro disminuye naturalmente a medida que envejecemos, y el deterioro cognitivo leve (DCL) es un estado de transición en el que pequeños cambios en la memoria y otras habilidades mentales coexisten con el funcionamiento normal.
Tales disminuciones en las funciones son a menudo una señal de advertencia de demencia. Este término que se usa para describir varios trastornos cerebrales que tienen en común una pérdida progresiva del funcionamiento cerebral. Sin ir más lejos, la relación entre las vitaminas B y la función cognitiva se ha postulado durante muchos años y está vinculada a los niveles del aminoácido homocisteína.
Por su parte, los investigadores plantean la hipótesis de que el aumento de las concentraciones del aminoácido está relacionado con una mayor tasa de desgaste en el cerebro o atrofia y, por lo tanto, con un deterioro cognitivo leve (DCL). De hecho, este vínculo está respaldado por estudios epidemiológicos que han informado una asociación entre niveles altos de homocisteína y demencia sospechada o confirmada. Por ejemplo, el estudio de Framingham informó que las personas con niveles de homocisteína superiores a 14 micromoles por litro de suero tenían el doble de riesgo de demencia.
Vitaminas B para la salud cerebral
Dado que las concentraciones de homocisteína en tejido y plasma están determinadas por el estado de la vitamina B, muchos estudios diferentes han examinado si la suplementación con estas vitaminas puede afectar las medidas de la función cognitiva y la salud cerebral en adultos mayores. Estos estudios han arrojado resultados contradictorios y, a menudo, decepcionantes.
El ensayo VITACOG es uno de los estudios que ha arrojado resultados positivos, con datos publicados en 2015 que muestran que la administración de suplementos de vitamina B en dosis altas redujo el desgaste cerebral (atrofia) en personas con deterioro cognitivo leve en un 40%. Cabe señalar que esto solo ocurrió cuando los niveles de omega-3 ya eran altos.
Respecto a otro hallazgo de los datos originales de VITACOG, los investigadores apuntan que la aspirina podría ejercer un efecto negativo límite sobre los beneficios potenciales de la suplementación con vitamina B.
Detalles del estudio
A rasgos generales, se analizaron los datos de 545 personas mayores con MCI de ambos estudios, y los datos mostraron que las vitaminas B redujeron significativamente la atrofia cerebral en la población general del estudio (incluidos los usuarios y no usuarios de aspirina). No obstante, no se detectaron cambios en las puntuaciones de la Clasificación clínica de demencia (CDR).
En cambio, cuando estratificaron los datos entre los usuarios de aspirina y aquellos que no la toman, observaron una mejora significativa en las puntuaciones de CDR para las vitaminas B, pero solo en los no usuarios de aspirina. Tampoco se observaron beneficios para las medidas de memoria o función ejecutiva.
Respecto a los resultados, los investigadores apuntan con el dedo directamente a la interacción entre la aspirina y el ácido fólico, con evidencia de la literatura científica que muestra que la aspirina puede tener “efectos anti-folato”. Se ha informado que la aspirina puede inhibir la actividad de una enzima llamada dihidrofolato reductasa dependiente de folato (DHFR) en el hígado, lo que significa que el ácido fólico no se metaboliza de manera eficiente, lo que lleva a un aumento en los niveles circulantes de ácido fólico no metabolizado, que puede ser perjudicial.
Por último, los investigadores pidieron más investigación sobre los mecanismos que subyacen a esta interacción, “ya que pueden conducir a un uso más eficaz de las vitaminas B en la prevención de la demencia”.