Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
Los centros medicina alternativa se están convirtiendo cada vez más en una opción para los europeos que consideran que sus enfermedades no pueden curarse con los tratamientos tradicionales.
De acuerdo con la Comisión Europea, en los 27 países de la Unión Europea (UE) se estima que la medicina complementaria y alternativa cuenta anualmente con 100 millones de clientes, aunque la tendencia va en aumento.
Tan sólo la industria de la medicina homeopática aumentó sus ventas en la UE de 590 millones de euros en 1995 a 930 millones de euros en 2005, teniendo como principales clientes a Francia, Alemania, Italia, Holanda, España, Bélgica, Reino Unido y Polonia, que en conjunto concentran el 90% del mercado.
"Muchos europeos están asumiendo la responsabilidad de su tratamiento, porque no están satisfechos con los resultados de la medicina tradicional o no quieren resignarse a la recomendación del doctor de que tienen que aprender a vivir con el dolor y la enfermedad", le explicó a BBC Mundo Nand De Herdt, Presidente de la Coalición Europea en Productos de Medicina Homeopática y Antroposófica (ECHAMP, por sus siglas en inglés).
"También hay quienes quieren evitar los efectos colaterales de los tratamientos farmacéuticos", agregó.
De acuerdo con cifras de la Comisión Europea, cada año mueren 197.000 personas en la UE por reacciones adversas a los medicamentos convencionales.
El proyecto Cambrella pone finalmente a los remedios no farmacológicos en el foco de atención de la Comisión Europea, quien hasta la fecha había mostrado poco interés en este sector, de acuerdo con los expertos en Bruselas.
Sin embargo, los analistas consideran que más allá de promover los remedios complementarios, la estrategia de fondo del Ejecutivo comunitario es regular su aplicación, desde la medicina china tradicional, hasta la técnica llamada biofeedback, bajo la cual el paciente aprende a controlar las funciones internas de su organismo.
Tras la introducción del registro de los productos herbales en 2004, la Comisión ahora quiere emprender una nueva era de regulación que abarque al resto de las terapias alternativas.
"Es necesario un mayor control, pero hay una tendencia en Bruselas hacia la regulación excesiva", sostiene De Herdt.
"Quieren reducir el nivel de riesgo a cero, un objetivo inalcanzable y que terminará prohibiendo el uso de ciertas sustancias, algunas de ellas incluso provenientes de vegetales de consumo diario, como la papa, el jitomate o el brócoli".
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