Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
La osteopatía, una práctica clínica centrada en la identificación y tratamiento de la disfunción somática (DS), ha experimentado una notable evolución conceptual a lo largo de los años. Tradicionalmente, la DS se consideraba resultado de alteraciones vasculares por inflamación del tejido conectivo o reflejos somato-viscerales, encuadrándose inicialmente en un modelo nocicettivo. Sin embargo, esta perspectiva ha sido superada por un enfoque mecanicista y posteriormente por la integración de conceptos de red fascial y tejido conectivo, enfatizando la DS como intersección entre lo biológico y lo psicológico.
En este contexto emergente, la perspectiva ha virado hacia un modelo psico-neuro-endocrino-inmunológico, promoviendo una cura centrada en la persona más allá del limitado marco biomecánico. Este giro conceptual aboga por una aproximación holística que incorpora la neuroestética y el paradigma (en)activo en la praxis osteopática. Este enfoque recalca la importancia del toque terapéutico y la comunicación no verbal dentro de la relación médico-paciente, destacando la inferencia (en)activa, donde los síntomas corporales persistentes se entrelazan con el contexto emocional y cognitivo del paciente.
La neuroestética, por su parte, explora cómo la percepción sensorial estética (lo que se considera bello o desagradable) afecta al cerebro, basándose en la premisa de que las experiencias estéticas son fundamentales para el bienestar psicológico y físico. Este campo sugiere que la percepción de la "belleza" o lo "agradable" involucra áreas cerebrales específicas dedicadas al placer y la recompensa, implicando una respuesta universal que promueve el bienestar.
Aplicar la neuroestética a la osteopatía implica valorar la disfunción somática no solo desde un diagnóstico técnico, sino como una experiencia sensorial compartida entre el terapeuta y el paciente, en la que lo "placentero" juega un papel crucial. Este enfoque fomenta un modelo colaborativo de atención, en el que tanto osteópatas como pacientes participan activamente en el proceso de diagnóstico y tratamiento, basándose en una comprensión multisensorial compartida.
Este innovador artículo propone una recontextualización de la disfunción somática bajo un paradigma neuroestético (en)activo, ofreciendo una visión integral que abarca desde la neurociencia hasta la práctica clínica. A través de este enfoque, se busca no solo tratar los síntomas físicos, sino también influir positivamente en el bienestar psicológico del paciente, utilizando la osteopatía como un medio para actualizar modelos predictivos del cerebro y promover una sensación de bienestar general.
Este enfoque representa un avance significativo en la práctica osteopática, integrando conocimientos de neuroestética y psicología con técnicas manuales, para una atención más comprensiva y centrada en el paciente, evidenciando la evolución de la osteopatía hacia una práctica más holística y multidisciplinaria.