Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
Científicos de Estados Unidos están investigando el uso de una medicina china en la batalla contra el cáncer. Lo sorprendente del caso es que este remedio, el huachansu, se produce a partir de un veneno que segrega la piel de una especie particular de sapo. La investigación arrojó resultados que se consideran interesantes pero los médicos advirtieron que todavía no obtuvieron una respuesta total o parcial en los pacientes.
Uso habitual en China: El huachansu es relativamente nuevo para occidente pero las clínicas chinas lo usan extensamente para combatir ciertos tipos de cáncer. De hecho, su aplicación está aprobada por la Administración de Drogas y Comidas de este país. La investigación actual se está realizando en el reconocido y prestigioso Centro Oncológico M.D. Anderson de la Universidad de Texas, Estados Unidos, en colaboración con el Hospital Universitario Oncológico
Fudan, ubicado en Shanghai.
Entre enero de 2005 y julio de 2006 se administró huachansu a pacientes con carcinoma hepatocelular, cáncer de pulmón o de páncreas en los estadíos III o IV. De las 15 personas que completaron el tratamiento, seis de ellos (es decir, el 40%) lograron mantener la enfermedad estable por seis meses. Los investigadores resaltaron que el tumor de uno de los participantes se redujo en un 20% por 11 meses. Se analizó de cerca la cuestión de la toxicidad del producto. Las dosis aplicadas fueron mucho más altas que las habitualmente usadas en China pero, afortunadamente, los efectos secundarios no fueron elevados. El estudio de la medicina tradicional china es nuevo para las instituciones de investigación americanas, que han sido escépticas y lentas para adoptarlo como complemento. Sin embargo, es importante comprender su rol potencial en el tratamiento del cáncer, dijo Lorenzo Cohen, uno de los investigadores. Ahora se está realizando la fase II del estudio clínico, donde se comparan los efectos del huachansu combinado con gemcitabina. Biosensor que cuenta células Investigadores del Centro de Investigación en Nanociencia y Nanotecnología de Cataluña fabricaron un biosensor, parecido a uno de los medidores de glucosa que usan los diabéticos, que permite identificar y medir la cantidad de células cancerígenas que hay en una muestra biológica. Permitirá diagnósticos más tempranos.
Fuente: http://www.ciudadanodiario.com.ar