Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
Entre los innumerables medicamentos dirigidos a combatir las incomodidades y desajustes que en una gran parte de las mujeres provoca la menopausia, surge como terapia alternativa un tratamiento natural: la CIMICIFUGA RACEMOSA, la cual contiene varias sustancias, entre ellas fitoestrógenos (estrógenos de origen vegetal), triterpenos, ácidos palmíticos y oleicos, fósforo, vitaminas A y B5 y taninos.
Los doctores Alberto Nagelberg y Eduardo Mormandi, en su libro "Fitoestrógenos", dicen que esta planta fue introducida en la medicina americana por los nativos que la llamaban raíz de la India y la utilizaban para el tratamiento de los trastornos femeninos, que incluían la irritación y congestión del útero, cuello y vagina. Con ella aliviaban también los síntomas premenstruales, las molestias relacionadas con el embarazo, facilitaban el parto y la recuperación ulterior.
EFECTIVIDAD COMPROBADA:
Esta hierba ha sido muy bien estudiada en ensayos clínicos en Alemania donde se prescribe frecuentemente para combatir los sofocos, atrofia vaginal, palpitaciones, sudoración, vértigos y la depresión que puede provocar la menopausia, con resultados tan efectivos como los logrados con el estrógeno sintético, pero con menos efectos secundarios.
Por sus propiedades, los estrógenos poseen acciones favorables para estabilizar el humor y presentan funciones beneficiosas a nivel óseo, ya que protegen de la osteoporosis. Además, actúan en dos receptores distintos, llamados alfa y beta, que por tener diferente distribución en los tejidos pueden ser estimulados selectivamente uno u otro. De acuerdo con el doctor Jan Mac Barron, especialista de Atlanta, Estados Unidos, la cimicifuga racemosa "trabaja sobre el hipotálamo y el centro termorregulatorio del cerebro, para estimular los efectos del estrógeno que ha perdido la mujer; pero sin provocar los resultados negativos que produce la terapia de reemplazo hormonal (aumento de peso, dolor en los senos y sangrados).
PRECAUCIONES:
En general, esta planta es bien tolerada, usada con moderación y por un periodo de hasta seis meses; pero en grandes cantidades puede causar dolores de cabeza severos, nauseas y dolores abdominales. Las personas que padecen de enfermedades del hígado deben emplearla con cautela y previa consulta con un médico. No debe usarse durante el embarazo porque puede causar contracciones uterinas. La cimicifuga racemosa puede reducir la presión arterial y esto debe ser tomado en cuenta cuando la persona también utiliza algún medicamento antihipertensivo. Debido a la actividad estrogénica de esta hierba, las mujeres afectadas de cáncer, o que tienen un alto riesgo de padecerlo, probablemente deberían abstenerse de usarlo. Además, como contiene pequeñas cantidades de ácido salicílico, sustancia que también se encuentra en la aspirina, las personas alérgicas a ella deben ingerirla con precaución.
Fuente: Diario DigitalRD.Com (08/01/2008)