Fundación Europea de Medicina Tradicional Complementaria e Integrativa
Washington, 30 de Abril: Un nuevo estudio ha demostrado que el Triptolido, una medicina Tradicional China centenaria, puede frenar la formación de quistes en la enfermedadad poliquística renal.
El triptolido es un derivado de una planta medicinal china denominada Lei Gong Teng, que ha sido utilizada en medicina tradicional en el tratamiento del cáncer, la inflamación y enfermedades autoinmunes y, más recientemente, también se ha probado en la Fase I de ensayos clínicos como agente antitumoroso.
Gracias al estudio, surge la esperanza de la aparición del primer tratamiento para la enfermedad, a parte del transplante de riñon o la diálisis periódica.
El estudio ha sido dirigido por un equipo de investigadores encabezado por el investigador Dr. Craig Crews en la Universidad de Yale.
En el desarrollo normal del riñón, las células que forran los túbulos renales crecen y se dividen hasta que reciben una señal conforme el túbulo esta completamente formado. La señal se activa en las proteinas de control del crecimiento PKD1 y PKD2, localizadas en los cilios filiformes de los túbulos en desarrollo. Cuando la orina empieza a fluir por los túbulos, el flujo dobla los cilios y se activa la señal conforme ya no se necesita más crecimiento.
En las personas que sufren una mutación en estas proteinas de control del crecimiento, la señal para frenar el crecimiento nunca se produce, aunque fluya la orina y los cilios se doblen. El resultado de este desarrollo hiperproliferante y descontrolado es el crecimiento descontrolado de las células que cubren los túbulos y la formación de grandes quistes en los riñones.
Como parte de este estudio, los investigadores utilizaron triptolido, en una concentración menos tóxica que la utilizada en los ensayos de quimioterapia para el cáncer, en ratones criados para padecer una enfermedad similar a la enfermedad poliquística renal de los humanos.
Los investigadores observaron que el compuesto nombrado reducía la formación de quistes en los ratones en comparación con los genéticamente parecidos a los que no se les administraba el compuesto.
La gran mayoría de los pacientes con enfermedad poliquística renal tiene un gen que provoca que el PKD1 falte o que funcione levemente. Como la mayoría de los pacientes heredan un gen anormal y otro gen funcional, el cuerpo puede compensar la carencia del gen y el riñón puede realizar sus funciones normalmente hasta los 20 o 30 años.
Pero por mutagénesis aleatoria, la copia funcional que queda del PKD1 se pierde en algunas células, en las que se activa el estado de hiperproliferación. En el momento en que el riñón humano empieza a desarrollar estos quistes, el riñón empieza a hincharse y el paciente decide someterse a la diálisis o al trasplante para sobrevivir.
Según Crews, el tratamiento que relentece el desarrollo de los quistes no tiene que frenar completamente la producción de éstos para ser efectivo.
"Si pudieramos reducir la tasa de formación de quistes hasta un 10 por ciento por año, los pacientes no morirían por esta enfermedad. Un efecto relativamente pequeño tendría un enorme beneficio clínico," dice Crews.
Los descubrimientos del estudio se presentaron como parte del programa científico de la American Society for Biochemistry and Molecular Biology.
Fuente: newkerala.com (India, 01/05/07)